sábado, 28 de octubre de 2017

GILLES DE RAIS (GILLES DE RETZ), "EL MARISCAL DE LAS TINIEBLAS": VIDA, JUICIO, EJECUCIÓN Y EXONERACIÓN

El 26 de octubre de 1440, Gilles de Rais (Gilles de Retz), asesino en serie y pedófilo, es ejecutado en la ciudad de Nantes, al oeste de Francia. Sus crímenes aún se consideran algunos de los más perversos en la historia, llegando a cometer sodomía, sadismo, necrofilia, tortura y satanismo.

"Gilles de Rais, acompañante de Juana de Arco"
Autor: Éloi Firmin Féron
Palacio de Versalles, Francia

GILLES DE RAIS (GILLES DE RETZ), DE ACOMPAÑANTE DE JUANA DE ARCO A EL MARISCAL DE LAS TINIEBLAS

Gilles de Montmorency-Laval, barón de Rais (llamado simplemente Gilles de Rais), nació en la torre negra del castillo de Champtocé, en septiembre de 1404. El 28 de septiembre de 1415, su padre, Guy de Laval (un Montmorency), muere, dejando al joven Gilles bajo a tutela de Jean Tournemine de La Hunaudaye, su primo, pero contrariamente a las disposiciones testamentarias, es su abuelo, Jean de Craon, quien se hace cargo de su educación.
Quizás puede mirarse a Jean de Craon como el origen de la locura asesina de Gilles, pues se le ha descrito como un hombre extremadamente violento, taciturno, calculador y exento de escrúpulos.

En 1412, Gilles es prometido en matrimonio a Jeanne Peynel, rica heredera, con el objetivo de captar su fortuna. El instigador de esta artimaña no fue sino su mismo abuelo, quien, al ser prohibido tal matrimonio por el Parlamento de París, crea una nueva estrategia, esta vez tratando de casarle con la sobrina del duque Juan V de Bretaña, en 1417. Una vez más fracasa, y en noviembre de 1420, Gilles de Rais rapta a su prima para casarse con ella, otra vez bajo la orden de su propio abuelo.
El objetivo de esta artimaña no era más que heredar las numerosas propiedades que los Thouars poseían en Poiteau. Cuando los familiares de Catherine protestaron, Jean de Craon amenazó con meterla en un saco y echarla en el río Loira. Ante su insistencia, el tiránico abuelo golpeó y encerró en sus mazmorras a los emisarios de los Touars, entre ellos un tío de la joven que murió durante su cautiverio.

El 24 de abril de 1422, Gilles de Rais se casa públicamente con Catherine de Thouars. Dos años después, en 1424, es declarado mayor de edad y libre de disponer su fortuna, apartando gradualmente de su lado a Jean de Craon.

A sus 20 años, Gilles de Rais era ya un joven de suma elegancia y belleza. Su amigo, el Delfín Carlos (futuro rey Carlos VII de Francia), le encarga la tarea de acompañar a Juana de Arco en las batallas que libraría en contra de los ingleses durante la Guerra de los Cien Años. Gilles, en un principio, menosprecia a la joven niña de 17 años que ahora lideraba un ejército, pero el arrojo, valentía y fe que ella emana, además de su gran belleza física, transforma su relación a un idilio secreto.

En 1429, bajo el mando del Delfín Carlos, Juana de Arco reclama un ejército para liberar Orleans de los ingleses. Gilles de Rais entonces encabeza a 10,000 soldados reales, volviendo victorioso de muchas batallas. Su cadena de triunfos le vale entonces el nombramiento de Mariscal de Francia.
"Juana de Arco en la coronación del Rey Carlos VII"
Autor: Jean Auguste Dominique Ingres, 1854
Museo del Louvre, París, Francia

Cuando la hija de Catherine de Thouars y Gilles de Rais nació, esta huyó con Marie (su hija). Según ella, Gilles de Rais había practicado la homosexualidad. Sea cierto o no, el propio Gilles no hizo algo por impedirlo.

Finalmente, Juana de Arco es capturada a manos de los ingleses. El favorito del Rey, De la Tremoille, se lava las manos y se niega a negociar un rescate por la joven. Gilles de Rais entonces intenta convencerle de rescatar a la doncella de Orleans a través de un intrépido plan, pero es ignorado y Juana de Arco muere.

Tras la captura y muerte de Juana de Arco, el 30 de mayo de 1431 (quien fue quemada viva en la ciudad de Rouen), y la muerte de su abuelo, el 15 de noviembre de 1432, Gilles, enfadado y bajo una enorme crisis de fe, comienza sus crímenes brutales para rebelarse contra Dios y su Santa Iglesia.

Para entonces, Gilles de Rais fue haciéndose de magos, alquimistas y nigromantes. En busca de la "piedra filosofal" capaz de transformar cualquier material en oro, los charlatanes, hechiceros y satanistas no tardaron en llegar con sus promesas de restituir la riqueza perdida, mermando aun más la fortuna del barón, que para entonces se había refugiado en su castillo de Tiffauges.

Muchos historiadores creen que su primer asesinato fue cometido con el propósito de realizar un pacto con Satanás, pero tras cortarle las muñecas a la víctima, haberla desangrado hasta la muerte y sacarle el corazón y los ojos, éste no apareció. En cambio, descubrió así su perversa pasión escondida: la tortura, violación y profanación de los cuerpos de los niños.

Se cree que cometió más de 200 asesinatos, aunque la cantidad real nunca será descubierta debido a la destrucción de los cadáveres llevada a cabo por sus sirvientes.

Algunas biografías dicen que Gilles de Rais habría legado muchos de sus bienes a Satanás, reservándose para él su vida y su alma. Según la leyenda, en las escrituras del castillo figura como titular el mismo Diablo.

Disponía de una habitación en el castillo preparada para infligir tortura. En ella había ganchos y cadenas para poder colgar los cuerpos y violarlos. Se dice que en una de sus desenfrenadas sesiones de placer, a carcajadas cortó la vena del cuello de un niño. Cuando vio la sangre que brotaba y el cuerpo que se sacudía, entró en un enorme grado de excitación. Arrancó las vestimentas de la víctima, se sacó el pene y lo frotó en el vientre del niño, sostenido por dos de sus cómplices, donde eyaculó. Casi al instante, le invadió un nuevo ataque de rabia y, con una espada, de un solo golpe le cortó la cabeza a su víctima. Luego, con el cuerpo decapitado en el suelo, se tumbó sobre él e introdujo su miembro entre las piernas del inocente, gritando y llorando hasta que tuvo un nuevo orgasmo. Después de eyacular dentro de él, lo cubrió de caricias y besos, lamiendo la sangre de la que estaba cubierto el cuerpo decapitado. Sobre él, Gilles de Rais se quedó profundamente dormido, casi en trance.

Después de cometer sus crímenes, Gilles y sus ayudantes exhibían las cabezas más hermosas en un extraño conscurso de belleza, y los ganadores eran usados otra vez en prácticas necrofílicas.

En esta orgía de muerte, Gilles de Rais exhibe un comportamiento común entre asesinos en serie, quienes después de cometer toda clase de abominaciones contra sus víctimas, quedan profundamente arrepentidos y se juran a ellos mismos y a Dios el no volverlo a hacer, pero a la primer oportunidad caen de nuevo en la tentación perversa de torturar, sodomizar y matar con todo tipo de vejaciones a cualquier clase de inocentes. Este comportamiento también es muy común entre adictos.

Un supuesto relato de uno de los sobrevivientes (perdonado por el mismo Gilles de Rais debido a su belleza física) afirma que "una vez muertos, besaba a los niños; solía tomar las cabezas y las extremidades más hermosas, las levantaba para admirarlas y lloraba lamentándose de lo sucedido."

En una crónica más inclinada al satanismo, uno de sus brujos, Prelati (quien se dice sostenía una relación amorosa con él), condujo una ceremonia  para conjurar a un demonio llamado Barrón, que requería el sacrificio de más niños y una serie de rituales oscuros. Como sea, se cree que ninguna de estas veces el pacto le fue correspondido y su fortuna jamás volvió a sus manos.


CAPTURA, JUICIO Y EJECUCIÓN

A principios de 1440, la corte del Duque de Bretaña comenzó a dar con rumores de secuestros de niños y adolescentes en las inmediaciones del castillo del barón de Rais. El 13 de septiembre, Gilles fue detenido en el poblado de Machecoul por un grupo de soldados. Según la historia oficial, alrededor de 50 cuerpos destrozados de adolescentes fueron encontrados en su propiedad.

Otra teoría apunta a que el verdadero motivo de la captura de Gilles de Rais fue provocado por él mismo, al secuestrar a un sacerdote relacionado con el duque de Borgoña. El odio hacia el tesorero del Duque, hermano del sacerdote, llevó a Gilles de Rais a secuestrarlo, amenazándolo con un hacha, en plena misa mayor en la iglesia de St. Etienne.

Al ser capturado, tuvo qué rendir cuentas ante la Santa Inquisición. Antes que negar los hechos, Gilles de Rais prefirió admitir todos sus crímenes. Sus confesiones resultaron tan repugnantes que, durante la instrucción del juicio, uno de los jueces se levantó para cubrir una pintura representando a Cristo, con una cortina. Ante el tribunal de la Inquisición, el mariscal no vacilaba en hacer una detallada descripción: "Admitió haber eyaculado en el calor elástico de sus intestinos. Admitió que les había sacado el corazón a través de heridas agranadas, y con los ojos de un sonámbulo, miró los dedos de sus manos sacudiéndoselas como si por ellos resbalase la sangre vertida. Se dice que, mucho antes, habría desmembrado a una mujer encinta para jugar con su feto…"

Las confesiones de él y sus ayudantes fueron obtenidas por medio de tortura. En este punto, Gilles de Rais exhibe un comportamiento ciclotímico, pasando dela agresividad a la depresión, de declararse inocente a asumir su culpabilidad, y de presumir de sus actos a arrepentirse sentidamente.


EXTRACTOS DEL JUICIO CONTRA ÉL:

Artículo 1: Se tiene por dicho que el mencionado Gilles de Rais, con el fin de cumplir, con los niños y niñas mencionados, sus depravaciones artificiales y sus ardores libidinosos, tomó por primera vez su miembro viril en una u otra de sus manos, lo frotó hasta enderezarlo y lo puso entre las piernas de los susodichos niños; resbalaba entonces su miembro viril contra el vientre de los niños con el mayor de los placeres, con ardor y la concupiscencia libidinosa, hasta que echase su esperma sobre sus vientres.

Artículo 2: Se tiene dicho que antes de llevar a cabo sus horribles depravaciones y sus pecados de la carne con los niños y las niñas, y con el fin de impedirles que gritasen y evitar que fuesen éstos oídos, el citado Gilles de Rais los colgaba mediante cuerdas y cadenas y ganchos en su habitación, luego los soltaba para tranquilizarlos diciendo que sólo quería jugar con ellos y no herirles, para así conseguir que dejasen de llorar y gritar.

Artículo 3: Después de que el citado Gilles de Rais ha cometido sus indecentes prácticas, los mataba inmediatamente, rindiéndoles culpables de su propia muerte. A veces eran decapitados o degollados, en otras ocasiones eran desmembrados y, algunas veces, se les rompía el cuello con un bastón de madera.

Artículo 4: Se tiene dicho que el citado Gilles de Rais cometía a veces sus placeres con los citados niños y niñas antes de herirles, aunque en contadas ocasiones; en otras, los sodomizaba mientras estaban colgados de las cuerdas y de los ganchos, antes de infligirles heridas; en otras también, tras haberles degollado, se masturbaba sobre las venas del cuello y sobre la sangre que salía a borbotones; en otras, los violaba cuando ya entraban en la languidez de la muerte, con la condición de que aún estuviesen calientes.


DECLARACIONES DE GILLES DE RAIS
(Tomadas del libro "El Mariscal de las Tinieblas", de Juan Antonio Cebrián)

"Yo, Gilles de Rais, confieso que todo de lo que se me acusa es verdad. Es cierto que he cometido las más repugnantes ofensas contra muchos seres inocentes, niños y niñas, y que en el curso de muchos años he raptado o hecho raptar a un gran número de ellos; aun más vergonzosamente he de confesar que no recuerdo el número exacto, y que los he matado con mi propia mano o hecho que otros mataran; y que he cometido con ellos muchos crímenes y pecados.

Confieso que maté a esos niños y niñas de distintas maneras y haciendo uso de diferentes métodos de tortura: a algunos les separé la cabeza del cuerpo, utilizando dagas y cuchillos; con otros usé palos y otros instrumentos de azote, dándoles en la cabeza golpes violentos; a otros los até con cuerdas y sogas y los colgué de puertas y vigas hasta que se ahogaron. Confieso que experimenté placer en herirlos y matarlos así. Gozaba en destruir la inocencia y en profanar la virginidad. Sentía un gran deleite al estrangular a niños de corta edad incluso cuando esos niños descubrían los primeros placeres y dolores de su carne inocente.

Contemplaba a aquéllos que poseían hermosa cabeza y proporcionados miembros para después abrir sus cuerpos y deleitarme a la vista de sus órganos internos y, muy a menudo, cuando los muchachos estaban ya muriendo, me sentaba sobre sus estómagos, y me complacía ver su agonía…

Me gustaba ver correr la sangre, me proporcionaba un gran placer. Recuerdo que desde mi infancia los más grandes placeres me parecían terribles. Es decir, el Apocalipsis era lo único que me interesaba. Creí en el infierno antes de poder creer en el Cielo. Uno se cansa y aburre de lo ordinario. Empecé matando porque estaba aburrido y continué haciéndolo porque me gustaba desahogar mis energías. En el campo de batalla el hombre nunca desobedece y la tierra toda empapada de sangre es como un inmenso altar en el cual todo lo que tiene vida se inmola interminablemente, hasta la misma muerte de la muerte en sí. La muerte se convirtió en mi divinidad, mi sagrada y absoluta belleza. He estado viviendo con la muerte desde que me di cuenta de que podía respirar. Mi juego por excelencia es imaginarme muerto y roído por los gusanos.

Yo soy una de esas personas para quienes todo lo que está relacionado con la muerte y el sufrimiento tiene una atracción dulce y misteriosa, una fuerza terrible que empuja hacia abajo. (…) Si lo pudiera describir o expresar, probablemente no habría pecado nunca. Yo hice lo que otros hombres sueñan. Yo soy vuestra pesadilla."


Finalmente, Gilles de Rais fue acusado de ser un hereje, un apóstata, un prestidigitador de demonios. Fue acusado de crimen y vicio contranatura, de sodomía, de sacrilegio y de violar la inmunidad de la Santa Iglesia. El 26 de octubre, en Nantes, Gilles de Rais fue ahorcado y su cuerpo fue incinerado en la hoguera con dos cómplices, Henri Griart y Poitou.

Debido a las súplicas de algunos de sus parientes, el cadáver, parcialmente quemado, fue retirado de la hoguera y enterrado en una iglesia de las Carmelitas en Nantes. Sus bienes fueron confiscados en beneficio del duque de Bretaña y de la Iglesia.


EL CUENTO DE "BARBA AZUL"

Barba Azul, según una litografía de Gustav Doré (1862).

Gilles de Rais ha sido personaje de cientos de libros, artículos y biografías en el mundo entero. Quizá uno de los más recordados es el cuento de "Barba Azul", del escritor Charles Perrault. En 1697, este escritor se inspiró en el Mariscal de Francia para crear un personaje de barba azul que oculta en una habitación prohibida los cadáveres de sus anteriores esposas. La casi ausencia de elementos fantásticos (tan típicos en los cuentos de Perrault), hace suponer que existe una base real. La apariencia del personaje "Barba Azul" es una inspiración directa de la barba tupida de Gilles de Rais.


REVISIONISMO DEL CASO

En el otoño de 1992, la Corte de Casación de Francia (el máximo tribunal para las apelaciones judiciales), exoneró por completo a Gilles de Rais. Un jurado compuesto por juristas, historiadores y psicólogos rehabilitó su memoria como víctima de una conspiración entre la Realeza y la Iglesia.

Se inició entonces un proceso de revisionismo histórico que concluyó con dicha exoneración. Se cree que Jean de Malestroit, obispo de Nantes y quien inició el proceso en su contra, fue un beneficiario directo con la ejecución, al igual que el Duque de Bretaña (ambos se repartieron sus propiedades y se ahorraron las deudas que habían contraído con él). Además, el caso se basó enormemente en la falta de evidencia contra él, ya que la mayoría de las acusaciones se sostenían en rumores y denuncias, y no en restos reales de cadáveres.
Además, hasta ese entonces, casi todo lo relacionado a la biografía de Gilles de Rais se basó únicamente en la versión oficial publicada en 1443, o en la obra decimonónica de Paul Lacroix, llena de romanticismo fantasioso (con poco o nada basado en la realidad).

Escudo de armas de Gilles de Rais.

ÚLTIMA NOTA

Debido a la pronunciación francesa, también se puede escribir Gilles de "Raies", "Rayx" o "Retz".


Gilles de Rais es una figura histórica fascinante. Se le ha descrito como un hombre orgulloso, rico, hermoso, devoto cristiano, valeroso, joven, diestro en la batalla, experto conocedor de arte y amante de la música. Murió arrepentido, caído de la Gracia Divina. Aún se le recuerda como el Mariscal de las tinieblas.




Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Gilles_de_Rais
http://www.escalofrio.com/n/Asesinos/Gilles_de_Rais_-_Barba_Azul/Gilles_de_Rais_-_Barba_Azul.php
http://www.abc.es/historia/abci-verdadero-barba-azul-necrofilo-amigo-juana-arco-asesino-y-violo-150-ninos-201701180434_noticia.html
http://www.asesinos-en-serie.com/gilles-de-rais/
http://retratosdelahistoria.blogspot.mx/2012/08/gilles-de-rais-asesino-o-victima.html

viernes, 22 de septiembre de 2017

SOLEDAD DE LA MUJER TRAICIONADA

"Bat Your Eyes, Girl", por Fernanda Suárez.
Cada mañana, ella baja de su auto lujoso. Como una modelo, baja su pierna hacia el asfalto mostrando sus carísimas zapatillas de tacón alto. Ella deja ver sus hermosas piernas bajo la falda que recién ha comprado, tentando al destino para hacerla suya.
Su bolso de diseñador la acompaña, sus hermosos hombros descubiertos llevan las correas sobre ellos. Ahí está ella, caminando con sus tacones de punta, su blusa nueva y sus collares brillantes sobre su pecho. Su cabello recién despuntado se deja volar por la brisa mientras camina, sus pasos son como los de una estrella en el escenario. Lentes de sol para evitar dañar sus bellos ojos sólo la hacen ver más inalcanzable.
Ella llega al edificio donde trabaja. Es toda una triunfadora… Pero por dentro, ella está sola.

Su esposo ha violado su confianza, quien juró amarla la ha traicionado. Por dentro ella llora, culpándose por lo que ha sucedido. Sumida en su deseo de venganza, ella piensa en entregarse a cualquiera, con tal de aliviar el dolor. "A un hombre amable, quizá, -piensa ella- que pueda sentirlo; tal vez a un hombre casado, puede ser; una mujer, no lo sé, quizá ella pueda hacerme olvidar…" Cada hora en el trabajo la hace sentir mal. "Seguro que está con ésa en este momento", piensa ella. Cada mañana siente cómo la engañan.

Su corazón está hecho cenizas, su confianza está rota. Una vez amó a alguien, pero él la ha decepcionado. Le entregó su alma en fuego vivo, esperando que le pudiera corresponder; pero ahora, triste y decepcionada, no puede hallar consuelo por lo que le pasó. Se siente desvalorada, ultrajada y humillada por él, a quien prometió entregar su vida, pero quien no pudo cumplir sus votos ante el altar. Ahora ella vaga como un espíritu por las calles de esta ciudad, deseando encontrar el amor, un amor verdadero que pueda quitarle de encima todo este dolor.

La argolla en su mano ya no significa nada, pues la confianza que merecía yace en el suelo, pisoteada por quien la colocó en su dedo. Él ya no la mira con respeto, mientras ella juró honrarlo y sigue haciéndolo así sin más. Cada noche él regresa de su trabajo, la insulta y la golpea; la desnuda y le hace el amor con la esencia de la amante aún en su piel. Ella sólo llora, pero no trata de dejarlo. Quizá por costumbre, o seguramente por miedo, pero ella no quiere destruir una familia.

Sus amigas la ven diferente, ella misma no se reconoce en el espejo. Nadie sabe dónde quedó esa mujer hermosa, alegre ante la vida, que solía agradar con su presencia en cada fiesta con su esposo. Solía ser una mujer valiente, pero algo muy malo la atemorizó. Ahora, ante su propio reflejo, se siente mal al ver a una persona vencida. Su belleza todavía está ahí, sigue siendo una mujer hermosa, pero no puede comprender cómo él no puede darse cuenta.

A pesar de ser una mujer bella y exitosa, inteligente y sensible, hay algo que él vio en otra, algo que quizá ella no tiene. O tal vez, quizá lo más probable, él estuvo ciego y no quiso ver la maravilla de Dios ante él.

Ella sufre estoicamente los ultrajes, las humillaciones y el martirio; pero ya no más. No. Ya no hay más que pueda aguantar.

Esta noche es diferente, esta noche no es como las demás. Ella se dará un baño para quitarse de encima los sufrimientos del pasado. Unas gotas de perfume en su hermoso pecho la harán sentirse más sensual. Se pondrá sus pulseras y su nuevo vestido que deja muy poco a la imaginación, y con un pronunciado escote invitará al pecado a alguien más. Retirará de su dedo anular el artilugio de su desgracia y en su auto último modelo, bajo el seductor amparo de la noche, se irá a buscar nuevas emociones en la ciudad.
Él llegará a casa solo, y se sentirá abandonado. Lo que él hizo le será retribuido. Sentado y silencioso, con las manos en su cara, sobre el suelo de la alcoba se pondrá a llorar.

Ella ya estará lejos, en los brazos de alguien más. Pronto se entregará a un extraño y se irá a la deriva en el mar de la pasión. Los tacones de punta, como dagas filosas, clavarán su encanto en el corazón de otra persona.
Esta noche, en un cuarto oscuro, se entregará a su lujuria como nunca lo ha hecho. Dejará atrás sus rencores e iniciará una nueva vida. Nada habrá de detenerla, ningún hombre la volverá a esclavizar. Ella es ahora una dama de la noche. Como una vampiresa, nueva sangre probará.

martes, 29 de agosto de 2017

"TERMINATOR 2: EL JUICIO FINAL" (1991) -- UNA OBRA MAESTRA DE CIENCIA FICCIÓN Y ACCIÓN

"Tres mil millones de vidas humanas terminaron el 29 de agosto de 1997. Los sobrevivientes del fuego nuclear llamaron a la guerra 'el día del juicio'. Vivieron sólo para enfrentar una nueva pesadilla: la guerra contra las máquinas."


La primera vez que vi "Terminator 2: El juicio final" fue en 1992 en VHS, cuando tenía seis años. Me pareció la mejor película del mundo, llena de emoción y de suspenso. 25 años después, mi opinión sobre esta película apenas y ha cambiado.

Recuerdo esa tarde en la tienda de videos. Yo no sabía qué película rentar. Además de "Adorable criatura" y "Chucky", mis gustos eran más de películas de peleas ("Kickboxer", "Casta de campeones", "León: Peleador sin ley"…). La sección de infantiles se limitaba a videocasettes de caricaturas que ya pasaban por la televisión y películas de Disney (recuerdo a "La sirenita", "Blanca Nieves" y "La bella durmiente", además de otras que me atormentaron toda mi infancia junto a una pesadilla viviente llamada "hermanita"). Fue entonces cuando mi madre dijo las palabras mágicas: "¿Por qué no escoges ésta (mientras me mostraba el VHS de 'Terminator 2: El juicio final')? Se trata de un robot que parece humano." Esa frase cambió mi vida para siempre.

La película era genialmente buena, llena de explosiones, peleas, escenas de acción perfectamente ejecutadas, giros sorpresivos, acrobacias en motocicletas, frases pegajosas… Todo mezclado en un enorme espectáculo de acción encabezado por un imponente Arnold Schwarzenegger. Además me introdujo a una pesadilla real de la cual yo no había escuchado hasta entonces, resumida en dos palabras: GUERRA NUCLEAR.
Cuando terminaron las dos horas y quince minutos que dura la película (dos de las horas más emocionates que he tenido en la vida) el mundo había cambiado para mí. Mi mente estaba abierta, había descubierto algo más allá de mi percepción infantil. Tenía una mezcla de emociones en mi cabeza (ira, incertidumbre, un poco de miedo y de tristeza…), pero todas se unían formando una sola: felicidad.

Desde esa vez rentaba la película cada vez que podía (una vez por semana, más o menos, aunque la veía dos o tres veces por día rentada), imitaba al exterminador (hice que me cortaran el cabello igual e intentaba vestirme como él)… Sólo unos años después se me ocurrió que no había visto la primera parte, "Terminator" (1984).
Era tanto mi apego al guion de "Terminator 2" que al ver la primera entrega pasé toda la película creyendo que el T-800 era bueno. Sólo cuando vi al endoesqueleto partido a la mitad, arrastrándose, intentando matar a Sarah Connor (digno de una película de horror) entendí que el Terminator (exterminador, como lo tradujeron aquí) era malvado. Pero la segunda parte siguió siendo mi favorita.

TRAMA EN GENERAL:

La trama es simple y por todos conocida: En el año 2029, Skynet (una superinteligencia artificial que ha causado un holocausto nuclear) envía a un T-1000 al pasado para asesinar a John Connor, futuro líder de la resistencia humana, cuando aún era un niño. John Connor, por su parte, envía a otro exterminador al pasado (un reprogramado T-800, similar al de la primera película) para protegerse a sí mismo.
Simple, ¿no? En realidad, no tanto.

Pocas películas han ahondado tanto en la profundidad y complejidad de sus personajes. La trama, por su parte, no se limita a las escenas de acción perfectamente ejecutadas, también (y como toda película trascendental) plantea algunas preguntas filosóficas, como: ¿estamos condenados a autodestruirnos?, ¿hemos confiado tanto en la tecnología al punto de entregarles nuestra propia existencia?, ¿tenemos en realidad tantas armas para extinguirnos como especie sin haber adquirido antes el conocimiento para usarlas, como un niño que juega con el revólver de su padre?

El filme está espectacularmente bien hecho, bajo el mando de un ambicioso James Cameron, quien para esta entrega recibió un presupuesto de poco más de cien millones de dólares. Considerando el bajo costo de la primera película (6.5 millones más o menos), no se podía esperar menos de "Terminator 2: El juicio final". Y, después de ver el resultado, la sentencia es unánime: valió cada millón gastado.


EL PRIMER ACTO

La película abre con un desolado Los Ángeles en el año 2029 D.C., donde la humanidad ha sido devastada por un apocalipsis nuclear. Las ruinas de la ciudad están llenas de autos oxidados y esqueletos. La aparente calma pronto se rompe en una obertura de acción magnífica, llena de explosiones, rayos láser, robots, destrucción, persecuciones… Aquí conocemos al fin al tan nombrado John Connor (Michael Edwards, como el Connor adulto).
Después de los créditos, un exterminador serie 800 modelo 101 (interpretado otra vez por Arnold Schwarzenegger) llega del futuro. Al mismo tiempo, en otra parte de la ciudad llega otro viajero en similares circunstancias. Ambos consiguen ropa y buscan a su objetivo, sólo que esta vez no es Sarah Connor a quien buscan, sino a su hijo, John.
Hasta aquí todo parecido a la primera película, ¿no?
Los dos encuentran al mismo tiempo a su objetivo en un lugar público, y el T-800 otra vez está a punto de dispararle al personaje central (como en la escena de Tech-Noir en "Terminator"). Es en esta escena soberbia (que rápidamente escala a una de las mejores persecuciones que haya visto en mi vida) donde la historia da un giro: el T-800 es ahora el protector, y el otro viajero en el tiempo no es un ser humano, sino un exterminador más avanzado (un T-1000, de metal líquido).
Ambos combaten y el T-800 es superado en fuerza (lo que ya es más que sorprendente), y, después de una persecución en un acueducto donde el T-800 hace un giro de lo más cool con su Winchester 1887 robada (probablemente la mejor escena con una escopeta que se haya mostrado en el cine), el exterminador al fin readquiere a su objetivo y logra dejar atrás al T-1000.

Después de esta escena, John comienza a contarle su historia al T-800. El exterminador, por su parte, es quien explica los eventos del futuro y da detalles sobre su enemigo (similar a lo que hacía Kyle Reese en "Terminator"). Desde este punto, John comienza a verlo como una figura paterna, creando una extraña relación entre un ser humano y una máquina. De aquí comienza "Terminator 2…" a separarse de su predecesora, creando una nueva trama. Si en "Terminator" el conflicto era entre el hombre y la máquina, aquí la máquina y el hombre crean una relación casi simbiótica.

Después de rescatar a Sarah Connor de "Pescadero" (donde ocurre otra de las mejores escenas de acción y efectos especiales), la película baja un poco el ritmo, permitiendo profundizar mejor en las relaciones entre sus personajes.


EL SEGUNDO ACTO

Profundidad de los personajes:

-John y Sarah Connor

Sarah Connor ya no es el objetivo de Skynet. Sabiendo que ella ha sido recluida en el hospital psiquiátrico "Pescadero" (debido a haber intentado destruir Cyberdyne tiempo atrás), Skynet envía al T-1000 a 1995 para asesinar a John Connor, de apenas 10 años.
John Connor, por su parte, ha crecido sabiendo que algún día será el líder mundial más importante. Bajo la tutela de Sarah Connor, ha recibido entrenamiento militar avanzado. Es cuando Sarah es encarcelada que su relación se derrumba. Convencido de que su madre le ha mentido y de que ella es sólo una loca que inventó todo, se vuelve un niño rebelde y problemático. Es entonces que John es puesto en un hogar adoptivo, donde vive con sus padrastros Todd y Janelle Voight.

-John y el T-800

John Connor ha pasado la mayor parte de su infancia entrenando para ser este profetizado líder mundial, por lo que ha carecido de una verdadera relación interpersonal. A excepción de su madre, todo el mundo ha ido y venido, impidiéndole tener una vida normal. Es a través de su interacción con el exterminador que John se las arregla para madurar un poco, pasando de un mocoso soberbio con un cyborg que satisface sus caprichos a una persona un poco más madura (debido a ver cómo el exterminador casi mata a un pobre infeliz que trataba de ayudarlo). Durante el resto del filme, John trata de enseñarle al exterminador (que es una máquina sin sentimientos construida para matar personas) a entender el valor de la vida humana. El exterminador, por su parte (gracias a John Connor), al final aprende a apreciar la existencia, sacrificándose a sí mismo para evitar la muerte de tres mil millones de personas.

-El T-800 y el T-1000

Contrario a la trama de "Terminator" (1984), donde el futuro debía quedarse como se suponía, en "Terminator 2…" los personajes principales tratan de cambiar el futuro. Para evitar el apocalipsis, Sarah, John y el T-800 tratan de destruir a Skynet antes de que sea creado. Pero para que eso suceda, Sarah y John deben dejar sus roles de salvadores y exponerse al aniquilamiento, arriesgando así el futuro de la raza humana.
El T-800, por su parte, ya no es la amenazante máquina asesina de su predecesora. En realidad, en esta película él mismo se ve amenazado por el T-1000, una eficiente máquina homicida capaz de mimetizarse en casi cualquier cosa que copie por contacto físico.
El T-1000, un avanzado prototipo de infiltración, es la cúspide de los modelos creados por Skynet. No sólo parece un ser humano y actúa como uno, tambien puede tomar la apariencia de cualquier persona. Engañosamente imita conductas para atraer a su víctima, mostrando su naturaleza depredadora. Incluso puede disfrazarse de suelo y aparecer detrás de alguien para asesinarlo (una de las mejores escenas en la historia del cine). Y, por si fuera poco, es capaz de crear filosas armas con sus brazos: espadas, ganchos, puntas… Además puede usar métodos de tortura para lograr su fin. Él es, en realidad, el elemento de terror en esta película.

-Miles Dyson

Mención aparte merece Miles Dyson, el director de proyectos especiales de Sistemas Cyberdyne, cuya creación, un revolucionario tipo de microprocesador, a la postre se convertirá en Skynet. Lejos de ser un ingeniero militar enfocado en la destrucción, Dyson es un amoroso padre de familia tratando de crear una computadora para el bien de la humanidad. Es sólo que no conoce los riesgos de crear una supercomputadora capaz de decidir por sí misma, y cómo un invento puede ser corrompido por un gobierno enfocado en la defensa estratégica.
Al encontrarse cara a cara con los efectos su creación (cuando el T-800 muestra su brazo robótico a un asustado Miles y luego le cuenta la historia de los años oscuros), Dyson entiende que debe destruir su proyecto y sacrificar los años de su esfuerzo por una causa mayor. Y lo hace, de hecho, sacrificándose a sí mismo en el proceso, destruyendo así todo rastro de Skynet y evitando la muerte de tres mil millones de seres humanos.

-Sarah Connor y el doctor Silberman

"Sarah ha vivido con el conocimiento de la destrucción del mundo en cierta fecha por tanto tiempo que la atormenta en sus sueños y pesadillas cada noche, y la ha llevado casi al punto de la locura, como pasaría con cualquiera que tuviera qué enfrentar ese conocimiento." James Cameron en el documental "The Making of Terminator 2: Judgment Day" (1991).

Sarah Connor muestra en esta película una de las evoluciones más impresionantes de un personaje jamás llevadas al cine. Lejos de ser esa mujer asustadiza de "Terminator", la Sarah Connor de "Terminator 2…" es un personaje fuerte, temerario, capaz de hacer cualquier cosa por proteger a su hijo. La madre del futuro muestra aquí por qué se convirtió en una leyenda. Pero incluso siendo tan fuerte como un soldado de élite, ella vive bajo la sombra y el temor de un destino inminente.
Sabiendo que el "día del juicio" llegará el 29 de agosto de 1997, está condenada a ver cómo la humanidad casi se extingue. La carga es tan pesada que, tras intentar destruir Cyberdyne por primera vez (antes de que empiece la película), ha sido recluida en el hospital psiquiátrico "Pescadero", bajo la supervisión del doctor Peter Silberman.
La carga emocional es mostrada de manera exquisita cuando Sarah, en el desierto, tiene su pesadilla nuclear. Los efectos de esta escena son terroríficamente buenos y pueden en verdad causar pesadillas (dejando atrás las maquetas de los edificios, que se ven realmente falsas).

Silberman, por otro lado, es el típico doctor sabelotodo. Convencido de que Sarah es una paranoica esquizoide, la mantiene recluida bajo la ayuda de sus dos fieles ayudantes abusivos (un enfermero en especial, llamado Douglas, es un verdadero hijo de perra).
Es sólo después de ver al T-800 lanzar a sus guardias por el aire y luego combatir contra un implacable T-1000 (en una de las mejores escenas de efectos especiales, debo decir) que el docor Silberman, presumiblemente, cree lo que Sarah llevaba diciendo por años.

-Skynet

Es en esta película que se profundiza más sobre el enemigo de la humanidad. Skynet es una superinteligencia artificial creada por Cyberdyne Systems, basándose en un microprocesador creado por Miles Dyson. Ya que es un software, carece de cuerpo físico y, por lo tanto, es casi imposible de destruir.
El origen de la saña contra los humanos ocurre en 1997, sólo 25 días después de ser encendido, y tiene una intención de autodefensa. Después de que Skynet cobra conciencia, los militares intentan desconectarlo, llevándolo a lanzar un ataque nuclear completo contra Rusia, asegurando un contraataque devastador sobre los Estados Unidos, eliminando así a sus enemigos y a la mitad de la población terreste.

Todo se explica de manera concreta en una escena donde el exterminador le cuenta a Sarah Connor el motivo de la guerra nuclear:

"El exterminador:
En tres años, Cyberdyne se convertirá en el más grande proveedor de sistemas computacionales militares. Todos los bombarderos Stealth son mejorados con computadoras Cyberdyne, volviéndose completamente no tripulados. Después, vuelan con un registro operacional perfecto. La carta de fundación de Skynet es aprobada, el sistema entra en línea el 4 de agosto de 1997, las decisiones humanas son separadas de la defensa estratégica. Skynet comienza a aprender a un ritmo geométrico. Se vuelve consciente de sí mismo a las 2:40 de la madrugada, hora del este, el 29 de agosto. En pánico, tratan de desconectarlo.

Sarah:
Skynet se defiende.

El exterminador:
Sí, lanza sus misiles contra los objetivos en Rusia.

John:
¿Por qué ataca a Rusia, no son nuestros amigos ahora?

El exterminador:
Porque Skynet sabe que el contraataque ruso eliminará a sus enemigos aquí."


EL TERCER ACTO

El tercer acto de la película es quizá el mejor de los tres actos, y tiene algunas de las escenas más recordadas en el cine. No voy a profundizar en detalles para no arruinar la sorpresa para quienes no la han visto, y si estás leyendo esto y no has visto "Terminator 2", deja todo lo que estés haciendo y vela ya.

ATMÓSFERA DE LA PELÍCULA

La atmósfera de esta película se vuelve tensa cuando uno de los pilares de la sociedad, la policía, es corrompido al igual que en la anterior (en este caso por el T-1000), dejando a los personajes abandonados en la sociedad. Y la ciudad, en sí misma, parece carecer de humanidad, llevándonos a preguntar si en realidad vale la pena salvarla. Mucha de la acción se desenvuelve de noche, iluminada por una luz azul, volviéndola sombría y surrealista.

Entonces, si la atmósfera de "Terminator 2: El juicio final" es tan pesimista (doctores llenos de soberbia, guardias abusando de su autoridad, gente iniciando peleas en bares sin razón alguna…), ¿por qué, al terminar la película, alguien quedaría con algún rastro de felicidad (ya no digamos que terminaría deprimido)? Bueno… En realidad hay varias razones.

Para empezar, el T-800, el personaje principal de la película (se puede discutir sobre quién es el más importante, pero no lo haré por razones de espacio) es una irrazonable máquina sin emociones. Es únicamente tras su convivencia con el joven John Connor que el exterminador comienza a comprender la naturaleza humana. Al final, el T-800 parece comprender que cada persona es importante y entiende que los seres humanos sienten, por lo que pueden ser dañados o incluso sanar a otros por medio de sus emociones.

Sarah Connor, por otro lado, después de decidir cambiar el destino de la guerra asesinando a Miles Dyson (convirtiéndose así en el verdadero exterminador, tratando de cambiar el futuro asesinando al creador de su enemigo), cambia su mentalidad y evita matarlo a sangre fría frente a su familia. En lugar de eso, ella, John, el T-800 y el mismo Miles Dyson se dirigen a Cyberdyne para destruir el el prototipo de supercomputadora sin dañar a un ser humano.
Aquí surgen dos de las preguntas filosóficas más importantes: ¿es correcto matar a un ser humano para salvar a muchos (sacrificar a uno por la mayoría)?; y, de hecho, ¿qué tan ético sería ejecutar a Miles Dyson? Él no ha cometido crimen alguno y, por lo menos hasta este punto, aún no ha creado a Skynet. ¿Se puede asesinar a alguien inocente por algo que no ha hecho? Es simplemente algo para reflexionar.

John, por su parte, es quien da humanidad al T-800 y a Sarah. Tras presenciar cómo el exterminador casi mata a un atleta (que trataba de ayudarlo después de una rabieta), él le ordena no asesinar a ninguna persona. Y de hecho tiene qué evitar luego en la película que su madre asesine a Miles Dyson. El T-800 cumple su promesa y durante todo el filme evita asesinar a algún ser humano.
Aquí hay un cambio interesante para una película de acción:
La mayoría de las películas de los 90 (al menos todas las que recuerdo) se llenan de cadáveres, con el héroe de la película asesinando a diestra y siniestra con cuanta arma encuentra. Pero aquí (y contrario a su predecesora) el personaje principal evita matar a alguien. Incluso antes de que John Connor le ordene no asesinar, el T-800 ya carece de una cuenta de cadáveres. No se puede decir lo mismo del T-1000, que asesina indiscriminadamente a transeúntes y personas a las que imita.
Para el clímax, la audiencia realmente llega a sentir empatía por alguien que siete años antes era el villano absoluto. Incluso cuando el T-800 baja al acero derretido para evitar que sea usado para crear a Skynet, la emoción generada es de tristeza. Es un final agridulce pero definitivo. Al fin todo ha acabado.

Así que entre el pesimismo de una humanidad condenada a autodestruirse, una luz de esperanza brilla a lo lejos. Ya sea a través de el amor de una madre por su hijo (con John y Sarah dejando atrás sus diferencias), la amistad de ser compañeros de lucha (Sarah Connor y Enrique Salceda) o el sacrificio propio para evitar una calamidad (Miles Dyson inmolándose y el exterminador bajando a la cuba de metal fundido), todo el mundo puede hacer la diferencia y cambiar para bien. Al final, "si una máquina pudo aprender el valor de la vida humana, tal vez también nosotros podamos."


De una película de bajo presupuesto que tal vez ganaría algunos dólares a una de las mejores películas de ciencia ficción y acción que jamás se hayan hecho, hasta llegar a una de las franquicias más redituables (lentamente echada a perder por "La rebelión de las máquinas", "Salvación" y "Génesis"), "Terminator 2: El juicio final" ha sobrevivido la prueba del tiempo.

Así que ahora, 25 años después de haberla visto por primera vez, puedo decir que "Terminator 2: El juicio final" es, por decir lo menos, una obra maestra. Si algo he logrado durante todo este tiempo (y después de verla más de 1,000 veces) es apreciarla más. No lo dudes, si puedes comprarla, hazlo, no te arrepentirás.


Esta semana se estrena "Terminator 2: El juicio final 3D" en varios países (el viernes se estrenó en Canadá y hoy es la fecha oficial para EEUU y Reino Unido, entre otros). Desgraciadamente, México no se encuentra en la lista de fechas confirmadas, pero hay qué mantener la esperanza de que pronto decidan distribuirla en nuestro país. A final de cuentas, "el futuro no está escrito, no hay destino excepto el que nosotros hacemos".


"Ultimadamente, la cinta se trata del valor de la vida humana: no importa qué tan insignificante puedas parecer para otros o incluso para ti mismo, tu existencia individual puede tener gran valor en el futuro." - James Cameron

lunes, 28 de agosto de 2017

SOY UN HOMBRE SOLITARIO

    Soy un hombre solitario. Durante mucho tiempo he buscado a esa alma gemela que me complemente para unirnos, pero ella nunca llega. Mujeres han ido y venido a través de los años, pero nunca algo sincero. Siempre esa misma historia de infidelidad.

    A veces vago por las calles en la noche, la luz cálida de la ciudad me cubre temperadamente. Veo caras felices y parejas que caminan, sonrisas fútiles que jamás volveré a ver; y en medio de todos, yo, solo.

    Me doy cuenta de lo que hice mal. He entregado mi vida y mi amor a personas que no lo merecían; entregué mi confianza embriagado en la hermosura de unas curvas sin pedir algo a cambio, y lo único que obtuve fue decepción. Ahora veo a la distancia cada atardecer, esperando que algún ángel se acerque del horizonte para llevarme a mi paraíso perdido.

    Ya no soy un hombre joven, treinta años de vida pesan en mí, pero he arruinado todas las oportunidades que tenía por causa de esta depresión. ¿De qué soy dueño? Sólo de una vida desperdiciada.

    Me he dado por vencido. Solía caminar por la ciudad pensando que ese podría ser el día en que conociera a la mujer que he esperado; una sola mirada, un encuentro fortuito, algo que pasara para que nuestras existencias se cruzaran. Ahora vago solo por el mundo sabiendo que eso no pasará, pero como un tonto sigo esperando que suceda. Cada mujer que veo forma una fantasía breve en mí, donde nos encontramos. Pero es sólo eso: una simple fantasía.
   
    No puedo ocultar las cicatrices en mi alma. La soledad en mí se muestra en cada conversación. Desesperado, me he envuelto en escenarios de los que ahora me arrepiento. El erotismo en exceso, el deseo sensual se ha vuelto algunas veces algo oscuro. He actuado erráticamente en muchas ocasiones, pero no creo ser una mala persona, es sólo que estoy equivocado. Más que un monstruo, soy un hombre herido.

    En mis fantasías, a veces camino por las calles y nos encontramos; dos extraños unidos por un instante, perdidos en la mirada del otro. Sé que es sólo una ilusión, algo que no pasará; pero no puedo sacarlo de mi mente. Sólo puedo perder en el juego del amor.

    Cada mujer que veo es un milagro para mí, un milagro que quizá no merezco; pero no busco una pareja para toda la vida, pues sé que jamás la encontraré; sólo a alguien a quién escuchar, que me permita ver las cicatrices en su corazón y que sane las heridas de mi alma con un beso. Aun si pasamos sólo unas horas en un romance, estaremos siempre en la memoria del otro. ¿Qué importa si sólo estamos juntos una noche, si esa es la mejor noche de nuestras vidas?

    Son sólo pensamientos que me asaltan de vez en cuándo, mientras la vida se va y me deja solo. Pero sé que no soy el único, hay muchos corazones solitarios en el mundo; vagando por las calles de la ciudad, fantaseando por el bulevar de sueños rotos y promesas no cumplidas; cada uno con una tragedia qué contar.


lunes, 10 de julio de 2017

RELATO DE UN ALCOHÓLICO ARREPENTIDO


Pintura de Joey Martínez. Twitter: @WiseOne1978
Una vez desperté semiconsciente en el cementerio, al lado de una tumba medio excavada y destruida; vomitado, completamente sucio y sin saber por qué estaba ahí. Había tratado de exhumar el cuerpo de una mujer para tener relaciones sexuales con él. No sé cómo llegué hasta ahí, pero llevaba tres días de estar completamente ebrio.

Hubo dos etapas en mi alcoholismo. De los 15 a los 24 años bebí para divertirme, vida loca, hasta vomitar. La segunda, a partir de los 24 (después de una relación amorosa que me destrozó hasta los huesos), comencé a beber para destruirme. No me importaba si duraba días ebrio o si cometía delitos, o si despertaba al día siguiente en otra ciudad. Comencé entonces a usar drogas más potentes.
Ésta ha sido mi etapa más destructiva. A veces despertaba en la calle, otras veces en el cementerio, la cárcel, la casa de un amigo… Lo único que me importaba era cómo me iba a embriagar ese día. Bebía frecuentemente en el cementerio, ya que desagradaba a mis amigos, y cuando me aburría vagaba alcoholizado en el centro de la ciudad de noche. Caminaba hablando conmigo mismo; lloraba en alguna esquina, gritanddo el nombre de la chava que me decepcionó; buscaba en el dispensario de la iglesia a mi psicóloga; pedía dinero para mi siguiente bebida alcohólica; inventaba historias para platicar con las personas… Una vez intenté entrar a la morgue de un hospital para tener sexo con los cadáveres.

A veces salía armado con una navaja entre mi ropa, buscando asesinar a alguien. Gritaba injurias a otros esperando tener una riña y matarlos o que ellos me asesinaran a mí. Intentaba violar a las mujeres y estrangularlas, o golpearlas hasta la muerte. Tuve alucinaciones de lobos que me perseguían, de espíritus hablándome y de ángeles oscuros que me decían que me suicidara. Sentí pánico de dormir, recé, esperé que todo terminara pronto; y cuando volvía a la normalidad juraba que no volvería a tomar, pero esa misma noche me embriagaba otra vez.

Poco después de iniciar mi tratamiento contra la depresión acudí a rehabilitación. Sobra decir que la mayoría de las veces acudía a terapia ebrio. Era la única manera en que tenía valor para hablar con la psicóloga. Mejoré un poco, luego lo abandoné. Aprendí a ocultar mejor las bebidas y a fabricar mi propio licor. Cuando había ley seca, las bebidas con base en alcohol etílico me salvaron la vida.

Muchas veces acudí a la casa de mi examante para asesinarla. Qué mal que nunca la encontré.

El que diga que el alcoholismo no es una enfermedad y que se puede curar cuando quieras es un completo imbécil. No puedes entender el dolor de ser alcohólico hasta que lo vives. Incluso me arreglaba y me perfumaba para las fiestas, sólo para echarlo todo a perder con mi actitud estúpida. Y luego llegó ese día, cuando después de dos o tres botellas de vino me tragué tres cajas de risperidona. Desperté vomitado, orinado y defecado en el suelo de mi cuarto, incapaz de moverme y, lo peor de todo, vivo. Una vez llamé al 060 sólo para hablar con la operadora. Estaba al borde del suicidio y a dos cuadras de lanzarme de un puente. Antes de llegar a las escaleras, la policía ya me estaba esperando para arrestarme.

Algunas veces intenté matar a mi padre. Cuando él estaba dormido, quería mojarlo con gasolina y prenderle fuego. Otras veces quería golpearlo en la cabeza hasta matarlo. Como sea, un consejo no pedido para cuando quieras matar a alguien: no lo intentes estando alcoholizado.

Exhumé cuerpos para profanarlos (en medio de risas psicóticas y violencia frustrada), espié mujeres mientras dormían, cometí delitos indecibles, robé, destruí propiedad pública, incendié… Todo en medio de una nube alcohólica que apenas me permite recordarlo. ¿Y por qué no llegué a la cárcel por cualquiera de estos delitos cuando estaba totalmente ebrio? Supongo que tuve suerte. Pero sí tuve amigos que despertaron en el CERESO, y fue un infierno en vida, pero ellos te contarán su historia.

jueves, 29 de junio de 2017

LA DEPRESIÓN: EL ENEMIGO INVISIBLE

Quiero comenzar diciendo que tengo una enfermedad invisible, incurable e incapacitante. Llevo siete años con depresión mayor, una condición que es, literalmente, la muerte en vida. No es una condición agradable: no es glamoroso estar en un hospital psiquiátrico, no es bohemio intentar suicidarte, tu vida no se vuelve más interesante por estar deprimido; es una enfermedad horrible de la que (si acaso se puede) cuesta mucho trabajo deshacerse.

No puedo dar una opinión clínica, no soy médico, pero como paciente psiquiátrico puedo contar cómo se siente y se tiene qué lidiar con ella. No es una guía, tampoco es un tratamiento, simplemente es un relato de un paciente depresivo/suicida. No busco lástimas ni estoy pidiendo ayuda (sé que lo mío ya es terminal), y ciertamente no quiero suicidarme, pero sé que voy a hacerlo tarde o temprano. ¿Cómo decirlo? Me repugna la idea de morir naturalmente.

Aclarado el punto de arriba, evita recomendarme psicólogos o decirme que Dios todo lo puede. No puedes ayudarme a menos que hayas sentido lo que yo, y si saliste de una depresión severa te felicito, pero yo no puedo salir de la miseria donde me encuentro. En realidad ya no me importa recuperarme.


¿QUÉ ES LA DEPRESIÓN?

Es una enfermedad mental paralizante y deteriorante, que afecta el equilibrio emocional, el rendimiento intelectual y la adaptación social, entre otras cosas. El cerebro deja de producir neurotransmisores (como la dopamina y la oxitocina), creando síntomas como: abulia, desinterés, trastornos del sueño y del apetito (ambos pueden aumentar o disminuir), ganas de llorar, episodios maniacodepresivos, etcétera.

Hay dos tipos de depresión: cuando el padecimiento se orgina dentro del cuerpo (por ejemplo, disminuyendo la serotonina en el cerebro) se considera una depresión endógena, mientras que cuando la depresión es causada por factores externos (abuso en las escuelas, discriminación, vivir en un lugar donde casi siempre está nublado…) se considera depresión exógena o reactiva.
No se debe confundir la depresión con la tristeza, la cual (si no escala a depresión) puede desaparecer con el paso del tiempo, tal vez pidiendo ayuda al psicólogo, mientras que la depresión no desaparece por sí misma, ya que afecta el funcionamiento del cuerpo (de ahí que sea considerada una enfermedad) y requiere de terapia y fármacos, o incluso una hospitalización.
Una pregunta aquí para todos los que siguen leyendo y prejuzgando que los suicidas somos débiles, egoístas, exagerados… Yo tengo una enfermedad, ¿tú te has curado de un resfriado simplemente deseando que desaparezca?


LA MUERTE EN VIDA

Muchos me han preguntado qué se siente estar deprimido. Yo hago la siguiente analogía:
¿Alguna vez ha muerto alguien a quien quisieras mucho? ¿Estuviste en su entierro? ¿Recuerdas esa sensación abrumadora de tristeza cuando bajaban su féretro, sabiendo que jamás ibas a volver a ver a esa persona? Imagínate sentir eso todos los días a toda hora, desesperanzado, y que nunca desaparezca o aminore, viviendo cada día sin sentido, sin disfrutarlo, vivir sin tener una vida. Bueno, así se siente la depresión, sólo que a quien ves bajar en un ataúd es a ti mismo, con todas tus esperanzas y sueños. Sientes estar enterrado para siempre, irreversiblemente. Si hay alguna sensación parecida a ser enterrado vivo, ésta lo es.

El paciente depresivo no tiene más control sobre sí mismo que un cadáver. Al igual que morir, todos tus planes a futuro se desvanecen contigo. Simplemente y de manera inesperada, todo ha acabado. Ya no hay esperanza, toda fe está perdida.


ESTIGMA

Lo primero a lo que te enfrentas es a la estigmatización por parte de tus amigos y compañeros (de clase o de trabajo). Un sentimiento horrible se apodera de ti, lo que antes era agradable ahora parece sin sentido.

He intentado suicidarme dos veces: la primera arrojándome de un puente y la segunda con una sobredosis de antidepresivos. Contrario a la idea que tiene la gente de que "quien se quiere matar se mata y ya", da muchísimo miedo suicidarte. Las dos veces que lo he intentado ha sido bajo la influencia del alcohol. El instinto de supervivencia no puede suprimirse, por más intenso que sea el deseo de muerte. Los dos métodos más usados en el suicidio son el ahorcamiento y las armas de fuego. Precisamente porque el ahorcamiento ocurre lentamente, generando endorfinas para la supervivencia (de ahí que exista la asfixiofilia o autoestrangulación erótica), es el método más usado por hombres y mujeres; mientras que las armas de fuego, por otro lado, dan poco o nada de tiempo para arrepentirse.

Ya que la depresión siempre es subjetiva, las personas raramente notan los síntomas. Igual que al estar enamorado, nadie puede decirte si estás deprimido o no; solamente tú lo sientes, y a nadie engañas al dar esa estúpida cara de felicidad excepto a ti mismo.

Los amigos pueden ser a veces unos verdaderos hijos de puta, limitándose a denigrarte con frases como "lo que pasa es que eres huevón" y "ya déjate de mamadas, estás así porque quieres". Los padres, por otra parte (a menos que hayan sido unos bastardos contigo y te hayan golpeado hasta el cansancio cuando eras niño) se niegan a aceptar que un hijo suyo está deprimido, ya que no pueden aceptar que hayan hecho algo mal. Lo que sea que te haya causado la depresión, lo lamento, pero estarás solo al enfrentarla.


MIEDO AL FUTURO.

La depresión causa uno de los síntomas más incapacitantes en el ser humano: el miedo al futuro. Un paciente depresivo deja atrás sus planes, sus deseos, sus esperanzas y aspiraciones. El futuro se ve negro, lleno de pesismismo. Es así que cae en un comportamiento errático y autodestructivo.
Algunos de los comportamientos destructivos que llevan a cabo las personas con depresión mayor son:
-Alcoholismo
-Drogadicción
-Cometer delitos
-Prácticas sexuales anormales
-Asumir conductas de riesgo

La depresión mayor también puede desencadenar un cuadro psicótico. De ahí que a veces sea acompañada de alucinaciones, comportamiento violento y/o conducta suicida.
No es una condición agradable. Yo no me imagino al día siguiente vivo. No puedo pensar qué haré en una semana, porque no me visualizo en ella. En cambio, dejo que los años se vayan lentamente, uno por uno, esperando que ese sea el año en que me suicide.

El miedo al porvenir es una sensación horrible. Quítale a un hombre la fe en el futuro y se entregará a cualquier conducta, sin importar lo dañina que sea para él o para los demás.


RECORDAR EL EVENTO

Es sabido que los depresivos "rumian" el evento que les causó tanto daño. Al igual que los asesinos en serie, vuelven al lugar donde les ocurrió tal desgracia para recordarlo. Es un reflejo incontrolable, contrario a la idea que tiene la gente de que "les gusta sufrir". Una reflexión aquí para ellos: ¿Alguna vez te ha pasado algo traumático, que te haya causado tanto daño? ¿Por qué lo sigues recordando? ¿Te gusta sufrir, por eso lo traes a tu memoria cada vez que puedes?

Cualquiera que haya sido la situación que detonó el cuadro depresivo, la mayoría de las veces el paciente se culpa de haberlo provocado. La sensación de culpa puede extenderse a otros eventos, generando ansiedad y ataques de pánico. Luego viene ese monstruo que te devora por dentro, haciéndote creer que eres una carga para tu familia y que todos estarían mejor sin ti. Cargas el peso del mundo en tus hombros y te sientes impotente para acabar con el dolor. Las expectativas negativas se conjugan entonces en sentido infinitivo, causando el anteriormente mencionado miedo al futuro ("nunca alguien me amará", "jamás podré lograr algo tan bueno", "siempre lo echaré a perder"…).


LAS BUENAS INTENCIONES

"El infierno está lleno de buenas intenciones", he escuchado que dicen. Para todos los que tratan de ayudar, he aquí un un consejo: por favor, dejen de dar ánimos estúpidos como "eres inteligente", "eres atractivo", "algún día encontrarás a alguien que te quiera"… ¡¡No funcionan!!
Yo he escuchado hasta el hartazgo: "Eres muy inteligente, deberías hacer algo con ello." Porque, claro, tengo todo para salir adelante pero me encanta el pozo de miseria en el que me encuentro, ¿cómo podría no gustarme seguir en la mierda y ver a mis amigos conseguir lo que yo quiero sin hacer esfuerzo alguno, envidiando a un puto paralítico en silla de ruedas porque, a pesar de tener la mitad del cuerpo incapacitada, tiene mucho más optimismo y ganas de vivir que yo? ¿A quién no le gustaría eso? Y ya que soy tan inteligente y tengo tantos talentos, ¿por qué no intercambiamos lugares?

Otra de las "buenas intenciones" es presionar al depresivo a enfrentar situaciones que lo perjudican (invitarlo al cine, a ir a una fiesta, a salir a caminar…). Es cierto que es necesario para la recuperación, pero obligar a un paciente con un cuadro depresivo/suicida a socializar es como quitarle a alguien el miedo a la muerte apuntándole con una pistola a la cara.

Antes de intentar algo con "buenas intenciones", pregúntate si lo que en realidad quieres es ayudarlo o simplemente limpiar tu conciencia.


MITOS

La gente tiene ideas falsas acerca de la depresión y el suicidio. Aquí están algunas de ellas, lee antes de juzgar:

1. "Alguien que se suicida lo hace sin avisarle a los demás."
FALSO. 8 de cada 10 personas que cometen suicidio lo avisan antes, y simplemente son ignorados. Si investigas cualquier incidente de suicidio (o de homicidio-suicidio), encontrarás que el suicida, durante un tiempo considerable, le comentó a sus amigos lo que iba a hacer, dejó notas suicidas, hacía comentarios en sus redes sociales y un montón de datos más; y nadie actuó porque "no creían que lo fuera a hacer".

2. "La depresión es más común entre adolescentes y ancianos."
FALSO. La mayor incidencia de pacientes con depresión se encuentra entre los 20 y los 40 años, la etapa más productiva del ser humano; mientras que tanto en hombres como en mujeres, las tasas más bajas son entre las personas de más de 65 años.

3. "Mientras más deprimido estás, más probabilidades hay de que te suicides."
FALSO. Alguien con depresión severa se vuelve incapaz de hacer algo para aliviar su dolor (nótese que el suicidio es visto por la gran mayoría de pacientes depresivos como un fin a su sufrimiento), además de la idea de culpa y castigo que tienen contra sí mismos ("yo me busqué ésto y merezco ser castigado"). Contrario a la creencia popular, los suicidios son más frecuentes entre pacientes que se están recuperando, y no entre los más enfermos.

4. "La depresión se puede quitar cuando quieras."
FALSO. La depresión es una condición neurológica, no psicológica. El cerebro no puede producir neurotransmisores, por lo que no puede desaparecer simplemente. ¿Puedes tú generar glóbulos rojos solamente pensando en ello? Al igual que cualquier otra enfermedad grave, necesita ser tratada por un médico, quien seguramente te recetará diferentes medicamentos, dependiendo de tus síntomas.


CONSIDERANDO EL SUICIDIO

Ahora que si lo que quieres es quitarte la vida, ya no está en mí el impedírtelo; únicamente puedo contarte (como suicida frustrado) lo que va a pasar cuando decidas llevarlo a cabo. Antes de que te suicides recuerda que la muerte es irreversible y, si acaso sobrevives, puedes quedarte en este mundo con daño cerebral permanente, inválido, con mucho más dolor que antes y, lo peor de todo, vivo.
Ésto es lo que pasará cuando decidas quitarte la vida:

Seguramente te embriagarás para darte valor, tal vez incluso fumarás un cigarrillo. Reflexionarás sobre lo que vas a hacer y al final decidirás llevarlo a cabo en un arranque de ira y valor. Habrá dolor, no importa lo que hagas, porque tu cuerpo luchará para mantenerse vivo. Finalmente toda sensación irá desapareciendo y tu cuerpo lentamente se apagará. Tus latidos disminuirán, tu vista se desvanecerá, tus músculos se relajarán y tu cerebro dejará de funcionar. Tu muerte se habrá consumado, nunca volverás a la vida. ¿Has pensado en cómo se sentirá tu madre al ver a su hijo muerto en la misma casa donde lo vio crecer, disfrutar, comer, dormir…? Tus padres recordarán cómo solías abrazarlos, hablarles, verlos con alegría, reír. Pero ya no podrás hacerlo nunca más, porque decidiste quitarte la vida. Y si saltaste de un edificio seguramente un montón de imbéciles morbosos grabarán tu muerte y te convertirás en la siguiente estrella de las páginas violentas. Tu familia y amigos verán tu muerte una y otra vez, condenados a revivir el evento miles de veces. Finalmente, después de tu funeral, serás solamente un montón de carne pudriéndose en una tumba.


EL COSTO DE LA RECUPERACIÓN

Ayudar a alguien para recuperarse no es fácil, y definitivamente no es barato. Si no tienes seguro médico, las medicinas pueden ser muy costosas (la fluoxetina, también llamada "Prózac", puede llegar hasta los $1,500 por caja), además de la terapia (un psicólogo, en promedio, cobra $350 por sesión). Sé que es caro, pero debes evaluar el costo de regresarle a alguien la alegría y el sentido a su existencia. Si no actúas pronto, serás cómplice de su suicidio, porque el muerto no se levantó un día en su vida perfecta y dijo "es un lindo día, hoy me voy a suicidar", y tomó una pistola y se voló la cabeza porque era un ser humano completamente feliz al que nada le afectaba.
Antes de que escale, si tienes algún pariente o amigo que tenga depresión, ayúdalo. Es mucho más caro e impactante comprar un féretro y ver a tu hijo sin vida adentro, y luego pagar por el funeral y el entierro, y éso sí de manera obligatoria, porque el muerto no va a levantarse porque le digas "revive, tú no estás muerto, no te hagas pendejo".


RECOMENDACIÓN DE UN SUICIDA

Sé que no es fácil llevar una depresión severa, pero si buscas tratamiento es más probable que alguien te ayude. El CISAME (Centro Integral de Salud Mental) ofrece tratamiento psiquiátrico gratuito, al igual que psicológico. Y si estás al borde de una crisis, puedes llamar al 066 (yo lo hice) o a la línea suicida de tu país. Tan egoísta es dejar este mundo como obligar a alguien a seguir sufriendo, pero la decisión de cambiar depende únicamente de ti. A fin de cuentas ya le desagradas a todos, ¿qué tienes qué perder?

¿Y por qué yo no acepto ayuda e incito a otras personas a buscarla, si yo no hago lo que predico? Es fácil: soy un paciente psiquiátrico, ¿qué esperaban?


"Hay pocos trastornos psicológicos que sean tan debilitadores y ninguno que produzca tanto sufrimiento como la depresión grave."
http://www.monografias.com/trabajos10/depre/depre.shtml